Había una vez una
familia que se había ido a vivir a un pueblo de Pekín.Era la familia Pérez .
La casa en la que vivían había estado abandonada y por las noches se oían ruidos extraños. Cuando se levantaron se
habían caído unos trozos de pared. Por las noches Pascual se iba a dormir a la cama de sus
padres porque tenía miedo.
Un día Pascual tenía
sed y debía bajar a la cocina y, como le daba miedo, tenía que bajar con su
padre. Pero esta vez no quería ni él ni su madre, entonces bajó el solo. Antes de bajar
cogió una linterna y una navaja.
Cuando terminaba de beber agua oyó un crujido, salió de la cocina asustado y, corrió a ver quién era .Llegó a la sala y vió un cartel que ponía:
Cuando terminaba de beber agua oyó un crujido, salió de la cocina asustado y, corrió a ver quién era .Llegó a la sala y vió un cartel que ponía:
-Prohibido el paso.
-El día que vinimos la puerta estaba cerrada, pero ahora estaba abierta- pensó.
-El día que vinimos la puerta estaba cerrada, pero ahora estaba abierta- pensó.
-Entraré y veré qué encuentro-tenía mucha curiosidad .
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